El termómetro no descansa, y las altas temperaturas parecen haberse instalado regularmente en estos meses de verano. El calor pone en riesgo nuestra salud en general, pero si hablamos de los pies, el período estival trae todo tipo de patologías.
Los grandes problemas del verano tienen que ver con el sudor y con el olor, dos aspectos que pueden llegar a ser muy molestos. En el primer caso, debemos procurar usar un zapato transpirable, huyendo del calzado cerrado sintético, del ejecutivo, de los tacones… Los calcetines, mejor de fibras naturales, como el algodón, que dejan respirar al pie.
El olor está fuertemente relacionado con el sudor, así que para actuar sobre él debemos dejar respirar a nuestros pies, en primer lugar. La higiene, en este sentido, es básica para evitar el mal olor. Debemos cambiarnos frecuentemente de calcetines, y nunca llevar calzado con el pie desnudo. De lo contrario, las bacterias tendrán más facilidad para instalarse.
En CLÍNICA GIMÉNEZ ÁGRELA llevamos desde 1935 cuidando de la salud de sus pies. Póngase en contacto con nosotros a través del 91 367 00 71 o haciendo clic en el siguiente enlace.
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