Uno de los problemas podológicos más comunes tiene que ver con el surgimiento de un espolón en la superficie del hueso calcáneo, localizado en el talón del pie. Como resultado, esta enfermedad genera un intenso dolor en el paciente, que a duras penas puede realizar tareas tan sencillas como caminar o simplemente estar de pie.
El espolón calcáneo surge como consecuencia del uso de calzados inadecuados o malas posturas al estar de pie. El síntoma más evidente de este problema es el dolor en la zona del talón, que puede llegar a inflamarse (fascitis plantar).
El calcáneo es el hueso más grande del pie, y cumple una función importantísima: aguantar y distribuir las fuerzas generadas por el movimiento, es decir, al caminar, correr, estar quietos…
El espolón es fácilmente localizable mediante radiografía. Para el tratamiento de esta dolencia se puede recurrir al uso de plantillas que eleven el talón para así aligerar la zona de tensión. En casos más graves, habría que recurrir a una cirugía del pie.
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