Si bien en el mercado existen muchas formas de eliminar las durezas y otros malestares de los pies, la piedra pómez es una de las que mejores resultados suele dar. Esta se ha sudado siempre en tratamientos de limpieza y exfoliación, su uso comenzó en la época griega. Hoy queremos enseñaros como usar debidamente la piedra pómez.
Comienza hidratando tus pies. Sumérgelos en agua caliente para ablandar callos y durezas que pueda tener en tus extremidades. Mantenlos en el agua caliente al menos 5 minutos, de esta forma, las pieles muertas del talón serán más fáciles de eliminar. Puedes masajearlos durante el proceso para acelerar el proceso.
Cuando notes que la piel esta blanda, sácalos y sécalos ligeramente con una toalla independiente dando pequeños toquecitos a lo largo del pie. Si la piel sigue estando dura, continua teniéndolos en el agua, incluso vuelve a calentarla.
La piel debe estar suave para usar la piedra pómez. Cuando lo este, moja la piedra en agua caliente para que sea más fácil de usar, deslizándose por la piel más fácilmente y mejorando el proceso de exfoliación.
En las zonas callosas de nuestros pies, es recomendable usarla haciendo movimientos circulares hasta que elimines todo el exceso de piel y empieces a notar la piel tersa de debajo. No ejerzas mucha fuerza, no es necesario. Si eres una persona que trabaja muchas horas de pié, céntrate más en los lados de los dedos y en los talones.
Recuerda visitar periódicamente al podólogo para revisar el estado de tus pies y mantener tus pies sanos y limpios.
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