Uno de los motivos en muchos de los pacientes que pasan por nuestra consulta es a causa del dolor de pies y, en la mayoría de los casos, es por problemas de sobrepeso. Hoy, desde Clínica Giménez, queremos explicar cómo afecta esta patología a la salud de nuestros pies.

El sobrepeso es un trastorno que tiene efectos en todo el cuerpo, tales como problemas de circulación, exceso de colesterol, limita considerablemente la movilidad, la flexibilidad, la resistencia y tiene un impacto directo en las articulaciones, especialmente las de las extremidades inferiores, cadera, rodilla, tobillo y por último y en un sentido más generalizado, en nuestros pies.

Es importante saber que el peso corporal debe guardar relación con la estatura, de ahí que existan tablas y datos sobre la composición  corporal que nos pueden orientar sobre el peso adecuado que debemos tener. En el caso que necesitemos ayuda, debemos acudir a un profesional nutricionista que nos aconseje sobre una dieta sana y equilibrada. 

Cuando el cuerpo presenta un aumento considerable en cuanto a su volumen como en su peso el impacto, especialmente, a nivel de los pies puede ser muy perjudicial, ya el aumento de la presión debe repartirse sobre la misma limitada superficie de impacto en los pies, lo que da lugar a sobrecargas articulares, elongaciones ligamentosas y deterioro en la calidad de los tejidos de los tendones.

Recordar que para que un tratamiento cuente con la máxima probabilidad de éxito es necesario que el paciente intente en la medida de lo posible disminuir las cargas que traslada a sus pies.

Los profesionales recomiendan una serie de consejos en las personas con sobrepeso:

  • Hidratar correctamente los pies, porque son muy propensos a padecer dolorosas grietas en los talones debido a mala vascularización y a que la reducida movilidad les empuja a utilizar chanclas (son más cómodas de quitar y poner). Preferir las cremas en spray, que son más fáciles de utilizar.
  • Acudir al podólogo, si no llegan bien a los dedos de los pies, para cortarse las uñas, ya que son frecuentes las heridas y uñas encarnadas por un mal corte.
  • Utilizar un calzado cómodo, que no apriete pero que sujete bien y que disponga de una buena contención con un contrafuerte duro.
  • Usar plantillas que acomoden las partes blandas de los pies, principalmente la zona del talón y debajo de las cabezas de los metatarsianos, para disminuir el exceso de presión sobre la planta y evitar alteraciones en rodillas y caderas y la aparición de duricias.
  • Prestar atención a los niños obesos, ya que sufren más aplastamiento sobre el pie, lo que le provoca el descenso en el arco plantar interno.