La fascitis plantar es un dolor en el pie más común de lo que pensamos, tanto en deportistas como en personas que no practican a menudo ejercicio físico.
El dolor se encuentra en la planta del pie, concretamente en la parte delantera del talón, sindo un dolor que empeora cuando caminamos o hacemos deporte.
Esta patología afecta a la fascia o aponeurosis plantar, que es una banda gruesa de tejido conectivo que se encuentra en la planta del pie, y va desde la parte anterior del calcáneo (el hueso del talón) hasta la parte anterior de los dedos.
Esta estructura tiene una función esencial en el caminar, pues es una de las principales responsables de mantener el arco plantar, absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo. Además, se encarga de proteger los metatarsianos evitando un exceso de flexión de los dedos.
Una de las causas más frecuentes se debe a la reiteración de correr, además de una mala pisada dura y uniforme de manera continuada. También puede estar provocado por un pie cavo (pie vago) o un exceso de curvación que provoca la inflamación de la fascitis.
Otras de las posibles causas de este trastorno son la debilidad muscular, la mala sujeción del calzado o un aumento repentino de la actividad física o del peso.
Como vemos, son causas tanto del propio sujeto como del medio o material empleado. Por lo tanto, un comienzo en cuanto a la prevención es limitar estos factores de riesgo conocidos.
Para empezar a prevenir un problema, no solo la fascitis, no es necesario esperar a que nos duela. En primer lugar, los expertos recomiendan que debemos saber qué tipo de pie tenemos cada uno, a través de un estudio de la pisada. El objetivo de estos análisis de pisadas es para saber qué tipo de zapatillas es la más adecuada para el deportista o la persona que sufre cualquier patología en el pie.
Después de detectar el problema concreto del paciente el podólogo le prescribirá una plantilla personalizada que podrá adaptar perfectamente a su calzado.
“Las plantillas no son solo para proteger la estructura del pie, sino para preservar el equilibrio de todo el cuerpo”.
Además, se aconseja una serie de hábitos para prevenir la fascitis, como controlar el sobrepeso, evitar el sedentarismo, evitar pasar demasiado tiempo de pie, son algunas de las recomendaciones. Si a todo ello, le sumamos un entrenamiento de la musculatura específica, flexión dorsal del tobillo, correr con el calzado adecuado y no olvidarse de los estiramientos, son medidas que debemos tomar desde ya.
En cuanto el paciente empiece a notar los primeros síntomas, probablemente aquellos asociados al dolor en la base del talón, los expertos recomiendan acudir lo antes posible a un especialista.
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica y la exploración física. A través de este examen se determina la fase en la que se encuentra la fascitis plantar del paciente.
Para un correcto tratamiento de la fascitis plantar, sin duda, sería la combinación de plantillas, un correcto calzado, estiramientos y fisioterapia. Sin uno de estos, sería difícil recuperarse, aunque el proceso sea lento. Además, también existen otras medidas que puede hacer en casa para disminuir el dolor, como poner hielo en la zona, reposar lo máximo posible y un calzado adecuado y cómodo.
El tratamiento fisioterapéutico se iniciará para remitir el proceso inflamatorio y al proceso de reparación-regeneración de la fascia plantar lesionada.