En algunas ocasiones, los podólogos se enfrentan a situaciones con pacientes que vienen con cierto miedo desde casa en acudir a la clínica. Quizás, puede darse un cierto parecido a lo que experimentan los compañeros odontólogos. ¿Por qué? ¿Miedo al dolor? Hoy queremos darte algunos motivos por los cuáles debes quitarte ese miedo a acudir al podólogo.

Cuando tienes un uñero, o se te clava la uña en el dedo, el especialista no necesariamente te la va arrancar. Esto es uno de los motivos de consulta más frecuente. Extraer la uña afectada es el último recurso al que se procede para tratar dicha afección en el pie.

El desconocimiento a los trabajos del podólogo, es otro de los factores que influyen en el miedo generalizado. Para ello, se suele recomendar que vayan acompañados de algún familiar, pareja o amigo, ya que se sentirán más seguros. En el caso de los niños, es aún peor, aunque le expliques antes de nada el proceso que les vaya a realizar.

La mejor experiencia desde el punto de vista del podólogo, es cuando al terminar te miran con una sonrisa y te dicen. “Tampoco ha dolido tanto, me esperaba más”.

Si tienes alguna duda, sugerencia o alguna pregunta que quieras transmitirle al podólogo, no dudes en hacérsela. El especialista te responderá a todo lo que debas saber sobre el tratamiento podológico para que lo entiendas de la mejor forma posible.

El miedo al dolor es generalizado, por la sociedad. Lo cierto es que la mayoría de los tratamientos podológicos no duelen.

Si padeces o notas algún problema en los pies, no dudes en acudir a la clínica del especialista. Vence al miedo antes de que la patología o afección vaya a más y agrave la situación. En muchos casos, la prevención resulta esencial y que se haya actuado a tiempo también.

No creas todo lo que se dice en internet o en las redes sociales sobre los podologós, a no ser que esté escrito por los mismos profesionales, ya que estos no te engañarán y tendrás información veraz.

Después de estos consejos, esperamos desde Clínica de Podología Giménez, que te decidas a acudir al podólogo cada vez que te surja algún problema. Vence al miedo y cuida tus pies como se merecen. ¡Te esperamos!