Las complicaciones en el pie del paciente diabético son la primera causa de amputación no traumática y provocan una alta tasa de hospitalización, más del 25 % de los ingresos hospitalarios de los diabéticos están relacionados con problemas en sus pies. Por lo que es muy importante saber cómo cuidar los pies diabéticos. Todo ello sin olvidar el control de la glucosa para prevenir complicaciones. 

En los pacientes diabéticos el flujo sanguíneo de los pies suele ser débil debido a las alteraciones vasculares provocadas por la enfermedad.

El déficit sanguíneo puede llegar a producir daños a nervios (neuropatía) provocando la falta de sensibilidad en los pies. Y este escenario no hace más que aumentar los riesgos asociados: el pie, aún con alguna lesión, puede ser incapaz de notar el dolor, lo que aumenta su predisposición a úlceras e infecciones. Además, la piel de la zona por la falta de riego suele presentarse extremadamente reseca y quebrarse debido a que la neuropatía puede impedir la sudoración.

La inspección visual del pie, de forma habitual, es fundamental para el cuidado de los pies diabéticos. Hay que buscar puntos enrojecidos, roces, zonas de inflamación o llagas, ayudados por un espejo. Es mejor establecer un horario fijo, como por ejemplo después del baño. La higiene diaria debe realizarse con agua tibia, un secado meticuloso sobre todo de las zonas interdigitales y una correcta hidratación. Después del baño, cuando la piel está suave, hay que aprovechar para limar asperezas con una piedra pómez evitando aquellos productos con componentes químicos para eliminar callosidades.

Si te es difícil el cuidado en estas zonas lo mejor es acudir a una Clínica de Podología, como la nuestra, para un correcto uso del tratamiento de los pies.

Cabe destacar que, debemos evitar entorpecer la circulación sanguínea, como cruzar las piernas, usar medias muy apretadas, ligas o prendas muy prietas como los pantalones de pitillo. De la misma manera, el ejercicio físico favorece el flujo sanguíneo. Caminar, nadar y montar en bicicleta son los deportes más recomendados, evitando en lo posible aquellos en los que se ejerza impacto en los pies, como correr o saltar.