Nos solemos preocupar desde pequeño en el cuidado de los dientes, los ojos, así como otras partes del cuerpo, pero, ¿y del cuidado de los pies? Esta parte del cuerpo constituye una de las zonas corporales más importantes, puesto que están en continuo desarrollo y deberá soportar todo nuestro peso a lo largo de nuestra vida.
Los expertos en podología pediátrica, recomiendan mantener un importante seguimiento de la evolución del pie infantil, ya que esto puede prevenir o detectar alguna patología a tiempo.
Esto se debe a que el pie del niño está en pleno crecimiento, formación y desarrollo, por lo que mucho de los problemas del pie repercuten en otra zona corporal. Para ello, debemos educar a los niños desde pequeño a una correcta postura del cuerpo y a un buen calzado. Esto será clave en su desarrollo.
El estudio de la pies infantiles se caracteriza en la gran flexibilidad del pie, articulaciones, huesos y ligamentos de estos que aún no están formados. De ahí la importancia que los adultos observemos su crecimiento. Además, debemos tener en cuenta que los problemas podológicos tienen mejor solución si son tratados desde pequeños.
¿Sabías que el 10% de las visitas al podólogo tienen como protagonistas a niños y jóvenes?
Las consultas más comunes se deben a dolores en el talón, inestabilidad corporal, caminar de puntillas, deformación en los pies, pies planos, desviaciones, entre otros.
Tener una buena pisada desde pequeño, garantizará un mejor desarrollo psicomotriz y favorecerá la práctica deportiva.
¿Cuál es el mejor momento para que un niño haga su primera visita preventiva en podología pediátrica?
Se recomienda realizar esa primera visita cuando el pequeño tiene una marcha autónoma, es decir, cuando el niño puede andar por sí solo, que suele ser sobre los 4 años. En ese momento el pie es mucho más adulto y se puede determinar mejor si existe alguna patología.
¿En qué consiste el estudio de podología pediátrica?
Es un examen exhaustivo donde se valora la biomecánica del niño. Esto es la morfología del pie infantil y cómo puede repercutir en otras zonas del cuerpo. A su vez, la biomecánica también podrá determinar futuras patologías en el pie.
Además, se valorará la posición correcta del pie, alteraciones, rodillas, caderas, espalda y demás, a través de un estudio en profundidad del pie sobre su comportamiento.
Cabe señalar que, si alguno de los padres ha tenido o tiene alguna patología en los pies, existe cierta predisposición a que un niño con antecedentes familiares de, por ejemplo, pies planos, también lo padezca.
Si finalmente el niño padece algunas de las patologías mencionadas anteriormente, se corrige mediante la aplicación de elementos ortopodológicos como plantillas, correctores de silicona, férulas y demás. Pero no todos los niños necesitan de estos métodos. Muchas veces es suficiente con una corrección de los malos hábitos a través de ejercicios musculares.
Una de las preguntas más frecuentes que realizan los pacientes en consulta, es cuál es el calzado más correcto para los niños. Para ello, es importante saber que aunque las tiendas de moda infantil están llenas de botitas y zapatos para recién nacidos, realmente, el calzado no es necesario hasta que el niño sea capaz de caminar por sí solo y con plena autonomía. Sin embargo, si se utiliza, cumplirá su función meramente como protector. Una vez que ha comenzado a caminar, el calzado deberá ser de contrafuerte rígido para soportar las presiones e impacto que origina el talón al tocar el suelo.
Somos especialistas en podología pediátrica, el cuidado del pie infantil. Si cree que su hijo debe acudir a un especialista no dude en ponerse en contacto con nosotros. No existe una edad ideal para empezar a realizar estudios de los pies.