El dedo en martillo constituye uno de los problemas podológicos más frecuentes. Se trata de una deformidad que pone nuestros pies en una posición anormal, con los dedos curvados hacia abajo. Cuando las pequeñas articulaciones de esta parte del cuerpo empiezan a adquirir prominencia, es recomendable acudir a un profesional.
Las causas de esta afección no están claras, puede deberse a un problema congénito o adquirido. En todo caso, el resultado siempre es el mismo. Con el tiempo, los tendones y cápsulas (que protegen la articulación) se doblan.
Es entonces cuando surgen problemas tan habituales como irritación o inflamación, durezas, formación de estas articulaciones prominentes y contraídas, roces con el calzado… Las consecuencias pueden ser tan serias que cualquier zapato nos haga daño.
En casos severos, el paciente deberá someterse a un tratamiento de cirugía del pie de mínima incisión, para corregir las deformidades y eliminar las áreas protuberantes.
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