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Noticias y Consejos de Podología

Juan Pablo Giménez Agrela

Tratamiento para eliminar callos y durezas en pies

Uno de los grandes sufridores de esta época estival son, sin duda, los pies. Es el mejor momento para cuidarlos y que la situación no se agrave cuando llegue el frío y tengamos que usar un calzado más cerrado.

El calor y la falta de hidratación son las consecuencias directas de los talones agrietados, favoreciendo la aparición de los callos y las durezas, así como el uso de un calzado tan poco recomendable en verano como las sandalias y chanclas.

Los callos, también llamado “heloma”, y durezas aparecen por lo general en los dedos y otras áreas de los pies. Este problema se produce cuando se hace demasiada presión a los pies de forma continua, lo cual crea un mecanismo de defensa con el que la piel se protege contra la formación de ampollas o úlceras que pueden ser de tipo infecciosas. Aunque en un principio los callos y durezas no generan ninguna molestia, con el paso del tiempo se pueden volver dolorosos dificultando el andar o realizar diferentes actividades diarias.

Los callos pueden pasar por varias fases:

1. Periodo de sensibilidad o fase de hiperqueratoso, es un engrosamiento de la epidermis, los dolores no son tan fuertes.

2. Periodo doloroso, se constituye la bolsa serosa, además de la hiperqueratosis superficial existen puntas, esta inflación puede progresar llegando hasta el tejido óseo.

3. Fase de periostitis, es la inflamación del periostio con aumento de la actividad de los osteoclastos, produciéndose una reorganización de los tejidos blandos adyacentes y en la superficie ósea, lo que formará una exostosis.

Aunque existen diversos remedios caseros para la eliminación de los callos y durezas, lo más adecuado en estos casos son las soluciones podológicas, sobre todo en personas diabéticas u otras condiciones que inhiban la circulación de la sangre.

La primera medida es evitar la presión del callo para aliviar el dolor a través de un apósito para callos especial. y, al mismo tiempo, abordará la eliminación del mismo con su componente ablandador, el ácido salicílico. Protegerá el callo a la vez que alinea el dedo afectado respecto a los demás. Aún así, lo más adecuado es acudir al podólogo para que le aplique un tratamiento simple y le realice una quiropodia (limpieza de callosidades). Cuando este problema se agrava, se opta en mejorar el apoyo del pie por medio de unas plantillas especiales. Si de todas maneras se sigue sin obtener los resultados deseados, se debe optar por la cirugía percutánea, aunque esta técnica se reserva para casos muy exagerados.

La cirugía percutánea trata de una cirugía ambulatoria en la que el paciente abandona el centro andando por su propio pie. Además, el tiempo del postoperatorio no se prolonga más allá de medio día.

Los profesionales recomiendan el uso habitual en casa de la piedra pómez después de cada baño y sobre todo, después de someterse a un tratamiento podológico, ya que nos permite retirar el tejido muerto favoreciendo el cuidado de los pies.

Es de gran importancia buscar ayuda en el podólogo cuando se sufre un problema de este tipo, ya que con un tratamiento completo y profesional tan sencillo podemos aliviar y resolver el problema de forma eficaz.

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