Nuestros pies están compuestos por 26 huesos cada uno que se dedican a sostener todo el peso. Un trabajo que suele provocar desviaciones de estos huesos. Los huesos de los pies son una parte esencial de nuestra vida. Sin ellos, padeceríamos dolores, problemas para ir erguidos e incluso caminar.
En total son 52 huesos que se dedican a sostener todo el peso en nuestras dos piernas. Los huesos del pie se dividen en 3 secciones. Tarso, la parte que está unida a los huesos de la pierna. Metatarso, la parte central, son los únicos huesos que no tienen nombre, denominándose numéricamente desde el centro hacia el exterior. Por último, las falanges, que cuenta con 14 huesos divididos en tres subareas.
Las desviaciones de estos tres grupos que componen los pies, suele estar causado por una mala pisada, que al prolongarse en el tiempo, produce una pisada irregular, provocando más presión en una parte del pie frente al otro.
Otro motivo por el que nuestros pies pueden provocar una pisada irregular, es el uso de un mal calzado, zapatillas excesivamente bajar, tacones, u otros tipo de calzado que no se adapte correctamente a nuestro pie provoca desviaciones de los huesos, durezas e incluso lesiones.
La mejor forma de corregir una mala pisada provocada por los pies tiene fácil solución. En la mayoría de las ocasiones se puede solucionar a través de plantillas independientes que corrijan ese exceso de presión en determinadas zonas.
Las plantillas deben ser diseñadas por podólogos profesionales después de practicar un estudio de la pisada, a esta práctica se le conoce como Estudio biomecánico del pie.
Los estudios biomecánicos son algo que muchos profesionales del deporte suelen hacer para corregir problemas que puedan provocarles lesiones graves que frustren su carrera profesional, pero es recomendable hacerse uno cuando nuestra pisada o el desgaste del calzado se hace de manera irregular, previniendo otro tipo de lesiones cervicales, lumbares o lesiones del propio pie.